The Definitive Guide to viera vidente

La experiencia se transmutó­ en sangre de su sangre, en gesto y mirada anónimos­ imposibles de separar de su ser. “Sólo entonces –admite el poeta– puede acontecer que en una hora muy singular se alce de las profundidades y se exprese, la primera palabra de un verso”.

Su técnica de acceso consiste en elevar el potencial de las fuerzas contrarias. De la indagación sistemática a la desesperada reducción del pensamiento discursivo, Daumal, como el adepto zenista, rompe las ligaduras que condicionan a su psique y destruye los marcos del Yang y el Yin en una dura ascesis de imprevisibles consecuencias.

De esa manera, la concepción de un poder inside surge en el hombre de su frecuentación con los niveles profundos de la psique donde se liberan los siddhis. La magia aparece entonces como la forma más temprana de creencia en energías espirituales y precede al animismo en el desarrollo de la religión. Es razonable suponer que el hombre “primitivo”, ignorante de la estructura psicológica de su propia naturaleza, llegó a la creencia en la existencia del alma o psique, a partir de su actividad paranormal.

En la naturaleza, pensaba Herder, los sistemas de fuerzas pueden ser diferentes y no obstante ello seguir una sola clase de leyes, pues en la naturaleza, cada cosa depende de todo lo demás y por lo tanto no puede haber sino una intencionalidad primordial conforme a la cual las fuerzas más diferentes estén ordenadas.

Teme en los muros ciegos el ojo que te espía: A la misma materia se halla ligado el verbo… ¡No permitas que sirva para algún uso impío!

Pero la gran novedad de esta actualización es el paso de Viera Forged a Viera Join para los modelos de 2010. Estos televisores pasarán a disponer de las mismas funcionalidades que los modelos de este año, lo cual supone un avance muy importante para estos modelos*.

De estos planos en que puede expresarse el sentimiento religioso, Baudelaire ha elegido desde el comienzo el misticismo “hecho para los alquimistas del pensamiento”. En Mon coeur mis à nu se lee esta reveladora confesión: “Desde mi infancia, tendencias al misticismo. Mis conversaciones con Dios”, y en Journaux intimes: “Panteísmo. Yo soy Todo; Todo es Yo”. Sin embargo, el misticismo baudelaireano no conduce al panteísmo espinosista, sino que, a través del romanticismo, coincide con la teosofía de Boehme que, impregnada de elementos ocultistas, muestra una doctrina religiosa según la cual el universo y el hombre son símbolos de Dios. Esta concepción se asienta sobre el principio ocultista de las analogías. El macrocosmos corresponde al microcosmos a causa de la Voluntad infinita y la Intención eterna que coordinan los elementos de los distintos planos. Tal como la Tradición lo describe, Dios es la explicación suprema del Universo, el principio a que se refiere toda la intencionalidad que anima al cosmos y al hombre. “Las cosas –escribe Baudelaire en L`art romantique– se han expresado siempre por una analogía recíproca, desde el día en que Dios hizo al mundo como una totalidad compleja e indivisible”. A despecho de su pretendido dualismo, el pensamiento del poeta tiende decididamente a la Unidad.

Los hechos ejemplares se incorporan a la memoria common que recrea las antiguas tradiciones y revive el pasado en un lenguaje significativo.

La totalidad es compleja porque refleja la creación por emanaciones sucesivas y es indivisible por el encadenamiento ininterrumpido de los distintos planos. El bien y el mal, Dios y Satán, son consubstanciales al hombre. Para Baudelaire, Satán no es una fuerza exterior, es una energía abstracta e inmanente que puede paralizar la voluntad y reducir su “elección”. “El cerebro bien conformado –escribe el poeta– lleva en sí dos infinitos: el cielo y el infierno; y en toda imagen de uno de esos infinitos, reconoce inmediatamente la mitad de sí mismo”. El hombre baudelaireano, como lo quiere Sartre,five es la interferencia de dos movimientos centrífugos y opuestos, de los cuales uno se dirige hacia arriba y otro hacia abajo. Estos movimientos a los que llama trascendencia y trasdescendencia, utilizando la terminología de Jean Wahl, no son otros que las célebres postulaciones simultáneas: una hacia Dios, otra hacia Satán”. La primera es la espiritualidad que se concreta en un deseo de “subir de grado”, la segunda es la “alegría de descender”. Baudelaire ha elegido la ascesis invertida que por los caminos del vértigo, del tedio y del orgullo puede también llegar a experimentar “la punta acerada del infinito”.

Esta rebelión mostrará bien pronto el aspecto más trágico de su drama interior. Con inigualable talento Rimbaud ha poetizado sus vivencias, ha transfigurado en estrofas llameantes su incontenible furor vindicativo y subversivo; pero como a todo auténtico poeta, lo irá invadiendo una difusa “nostalgia” visit primitiva, una mística impulsión por retornar a un estado de pureza salvaje, libre de inhibiciones. Esa intuición essential coincide con su orgullo de creador y con el drama de su infancia perdida tras la disaster de la adolescencia.

Pero el precio de esa libertad responsable no es otro que la angustia. De pronto, al detener su activismo insensato, su carrera vana tras lo convencional y superfluo, el hombre experimenta el vacío, la impostura de la vida cotidiana y lo injustificable de ese accionar carente de sentido.

Son siete u ocho que no viven más que para esos instantes de olvido, en los cuales, las luces apagadas, hablan inconscientemente como abogados en plena tierra.

Cautivo en la tierra en este momento converso con el corazón de los astros que toman parte en mis penas y en mis alegrías.16

Esta pasividad de Sénancour lo aleja de Nodier, cuyo paisaje espiritual, aunque registra afinidades y coincidencias notables, rechaza la nolición y las incertidumbres de Obermann y busca en los sueños la materia para modelar un cosmos acorde con sus dramáticos reclamos.

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